viernes, 8 de noviembre de 2013

Lo llaman plaza de aparcamiento, pero es algo más.

En las obras previstas por el Ayuntamiento de Burgos en la c/ Vitoria se han incluido 256 plazas de aparcamiento subterráneas, a un precio de "compra" de 19.225 €, y pongo lo de compra entre comillas porque realmente no es una compra, pues la propiedad de la plaza vuelve a la empresa que los vende a los 40 años. Siempre me ha parecido raro que algo que compras tengas que devolverlo tras un tiempo, porque más que una compra me parece entonces un alquiler a largo plazo.
Pensando en ello, me puse a hacer cuentas y lo primero que me pregunté es: ¿por qué 40 años, y no 20, o 5 o 1? Si al final la plaza vuelve al vendedor podrían plantearlo de una manera más flexible, y de esta forma podría ser más factible para los vecinos conseguir una plaza. Pero ese intervalo de tiempo no es un capricho. Si tenemos en cuenta que el periodo de uso de un automóvil comienza más o menos desde cuando se tiene edad legal para conducir (18 años) hasta que alcanzamos una edad tal que conducir se nos hace difícil (pongamos unos 70), lo lógico sería ajustar el tiempo de alquiler a ese periodo, es decir, unos 52 años. Pero eso sería asumiendo que a los 18 años se tuviera ya capacidad económica para comprar un coche, y que después de la jubilación se siguieran teniendo medios y ganas de seguir haciéndolo. Por eso se reduce, dejándolo en 40 años, que es más o menos el periodo de uso del automóvil para una persona de clase trabajadora (por cierto, en Gamonal no hay otra clase de personas). Asumimos entonces que las plazas son para ser usadas por un trabajador (o trabajadora, que igual da) durante su vida laboral (en términos teóricos, claro, la vida laboral actual es mucho más corta, por desgracia).
Una vez aclarada la duda del tiempo, surge la duda del precio: ¿por qué 19.225 €? Y para responder esa pregunta tal vez lo mejor sea dividir dicha cantidad por el tiempo de uso, que nos da unos 480 € por año. Es decir, cada trabajador (o trabajadora, que igual da) tendrá que abonar dicha cantidad cada año que quiera disponer de una plaza de aparcamiento: 40 euros al mes. Pero por adelantado, claro, que no es lo mismo.
Lo pueden llamar plaza de aparcamiento, pero para mí, y creo que para cualquiera que haga sus cuentas, es algo más, esto no es más que el negocio de siempre, hacer negocio con las necesidades de la clase trabajadora. Con el agravante de que encima dicho dinero, que hay que aportar por adelantado (endeudándose con una entidad bancaria, claro, ellas no podían faltar al festín) no podemos siquiera considerarlo un impuesto, pues no va a ir al Ayuntamiento, un organismo público que luego podría utilizarlo para mejorar o conservar el barrio, sino a una empresa privada cuyo único interés es el lucro personal.
Pero claro, dejar los ayuntamientos es manos de "hombres de negocios" tiene esa consecuencia, que la gestión de las ciudades se convierte en un negocio, no en un servicio a sus habitantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario